Petro nos debe a los huilenses una explicación sobre el Proyecto Hidroeléctrico Quimbo.
La precandidatura de Gustavo Petro a la presidencia de la República a nombre del Pacto Histórico, es un hecho político significativo por sus valerosas denuncias contra el paramilitarismo en el Congreso, los avances contra la pobreza cuando ejercía el cargo de Alcalde de Bogotá y el amplio respaldo logrado durante la disputa por la presidencia con el hoy presidente Iván Duque, cuya candidatura fue impuesta por el expresidente Uribe del Centro Democrático.
Petro ha reiterado que su propuesta “no es socialista; es al contrario, el desarrollo de un capitalismo democrático” y reivindica la cuestionada “adaptación al cambio climático” que proviene de las Cumbres COP de mercantilización de la naturaleza, en momentos en que experimentamos la peor crisis de la civilización y del capitalismo reflejada en la emergencia climática y las pandemias y los levantamientos populares, con mayor énfasis en América Latina.
Cuando Petro gobernaba Bogotá, Alfredo Molano escribió con relación a la problemática del Quimbo: “Petro, que había criticado siendo congresista los atropellos contra indígenas y colonos por parte de la compañía propietaria de la hidroeléctrica de Urrá, se pellizcó como alcalde del problema cuando ya difícilmente hay reversa: o respalda a la empresa o respalda a los afectados. Como buen político, resolvió nombrar una comisión para dialogar con las partes”, con el ánimo de “atender las demandas hechas por la población de esta zona del país y de ser necesario suspendería las obras del Quimbo hasta tanto no se cumplieran con las compensaciones, debido a que la Empresa de Energía de Bogotá -EEB- participa del negocio”.
Lasillavacia en su publicación “El Quimbo: la paradoja de Petro” expresó que “cuando Gustavo Petro tomó posesión como Alcalde de Bogotá, su discurso giró alrededor de los derechos ambientales y el acceso a agua potable. Y ahora deberá resolver uno de los problemas más complejos de agua en el país… Se trata de la hidroeléctrica El Quimbo (Huila), un proyecto que ha levantado cientos de voces de protesta”. Agregó que “si Petro quiere realmente liderar el tema de El Quimbo y no dejar pasar la oportunidad para demostrar que es un verdadero líder en temas ambientales y sociales, no sólo tiene retos económicos y jurídicos que enfrentar, sino también políticos, que podrían costarle un enfrentamiento directo con el Gobierno. Pero si decide no enfrentar el tema, como lo esperan algunos funcionarios, perdería credibilidad en su discurso social y ambiental.
La decisión final fue el elocuente silencio de la alcaldía debido a que la Empresa de Energía de Bogotá, -EEB- controla el 51% de las acciones a favor de privados a cambio de ceder a Endesa Enel el privilegio de decidir mayoritariamente en la Junta Directiva de Emgesa. De esas acciones, el 14.3% aparecen a nombre de unos accionistas privados preferenciales categoría D. Primó el interés económico del Distrito Especial de Bogotá frente a las demandas de las víctimas de Enel Emgesa sometidas al despojo y a la hambruna y a la destrucción de los ecosistemas.
Petro nos debe una explicación a los huilenses que saben que no es el responsable de la construcción del PH El Quimbo pero se comprometió con atender las demandas de la población, incluso a considerar la suspensión de las obras y nunca cumplió.
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Andrés Calderón -