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Miller Armín Dussán Calderón

CACEROLAZO Personaje del año

CACEROLAZO  Personaje del año

Vida digna para nuestras nietas y futuras generaciones

Las movilizaciones sociales del 21 de noviembre de 2019, contra el paquetazo neoliberal del Gobierno de Duque, mutaron hacia otra forma de protesta imparable que se extendió por todo el país como expresión de rebeldía de múltiples voces: el cacerolazo.

Los ecos siguen resonando, venciendo el miedo, la represión violenta y la muerte. Con tambores, conciertos musicales y las más creativas expresiones del arte, se denuncia el terror de Estado, mientras se desentierran los cadáveres de las fosas comunes de inocentes, jóvenes pobres, algunos discapacitados, víctimas civiles de ejecuciones extrajudiaciales, que fueron asesinados y presentados como guerrilleros muertos en combate por el ejército para obtener, permisos, premios y condecoraciones a nombre de la “Seguridad Democrática” para garantizar la “confianza inversionista y seguridad jurídica” de las empresas transnacionales, que gozan de mayores exenciones tributarias arrebatadas a las clases medias y los pobres a nombre del crecimiento y el progreso.

Esta forma de protesta, surgida en Francia durante el siglo XIX, contra la monarquía del régimen de Luis Felipe, se propagó en América Latina logrando despojar del poder a las dictaduras militares de Pinochet en Chile y Videla en Argentina, para mencionar unos casos.

Actualmente, las ondas sonoras se reflejan incontenibles y nuevas voces se levantan contra el neoliberalismo y el capitalismo en nuestra América Mestiza, contra la necropolítica, instrumento de dominación que impone la guerra y la muerte a los pobres; que ha mercantilizado la vida, la naturaleza, el agua, los derechos al trabajo, la educación, la salud  y, especialmente, la negación a la niñez y la juventud de construir sus Proyectos de Vida.

Los cacerolazos han develado la naturaleza del capitalismo que en su afán por acumular riquezas, cada vez más en pocas manos, ha incrementado la pobreza y puesto en riesgo la vida en el Planeta.   También han evidenciado como organismos como el FMI, BM, BID, la OCDE, imponen desmejoras laborales y pensionales, fracking, incremento del ESMAD; recetas que han fracasado en todo el mundo y explican, los paros, movilizaciones y cacerolazos en América Latina.

Durante los cacerolazos el papel protagónico lo han asumido los niños y los jóvenes quienes demandan de los movimientos sociales y colectivos de ciudadanos, mujeres, ambientalistas, víctimas, artistas, la imperiosa necesidad de unirse a nivel territorial, vecinal, barrial, desde abajo, inventando formas de organización autónoma, con el reto de construir agendas comunes, desde las resistencias, convocando a superar los viejos liderazgos de partidos y organizaciones sindicales, el predominio de prácticas mesiánicas, vanguardistas, dogmáticas, verticalistas, clientelistas y los discursos confusos sobre capitalismo humano, enverdecido, que no interpretan el sentido profundo de la diversidad cultural, la imaginación y la creación presentes en las diferentes formas de resistencia y de acción de los nuevos colectivos que se saludan y abrazan desde las vecindades, los lugares de trabajo y de formación académica.

Los cacerolazos nos convocan a construir un nuevo proyecto ecosocial para superar la crisis civilizatoria  del capitalismo,  fundamentada en la sed de acumulación, en el productivismo y consumismo  infinitos, sin tener en cuenta los límites físicos de nuestro planeta.  

El ritmo de los cacerolazos, continuarán perturbando la “seguridad del poder del capital” y armonizando todas las formas de vida para que a nuestras nietas y futuras generaciones se les garantice el derecho a vivir dignamente.

Deseo que la Navidad y año nuevo en familia, nutran nuestras conciencias del espíritu solidario y afectuoso.

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