Movimiento Político y Social de Masas diferenciado del establecimiento
El ecosocialista, profesor de la Universidad Nacional, Daniel Libreros, plantea que la Pacificación democrática de Colombia exige la conformación de un movimiento político y social de masas alternativo al recién constituído Frente Amplio por la Paz que adhirió a la reelección presidencial de Juan Manuel Santos.
a) El Frente Amplio por la paz:
El lanzamiento del llamado Frente Amplio por la Paz conformado por sectores del Polo Democrático, por la Unión Patriótica, la Alianza Verde, Poder Ciudadano y Progresistas, así como por la Organización Nacional de Indígenas de Colombia y Mujeres por la Paz, en el Centro de Convenciones Jiménez de Quesada de la capital del país, sirvió de escenario para que las fuerzas políticas y sociales convocantes anunciaron el apoyo a la reelección de Santos en las votaciones de segunda vuelta presidencial que se realizarán el próximo 15 de Junio. Este apoyo ha sido justificado bajo el argumento de defender el proceso de negociación política que se inició desde hace más de un año en La Habana entre el gobierno y las FARC.
La adhesión política del Frente Amplio por la Paz a la candidatura de Santos contó con la presencia de Rafael Pardo, quien salió recientemente del Ministerio del Trabajo para sumarse a la campaña proselitista del actual Presidente. El FAP anotó en su discurso de saludo al evento "va a servir para que la paz en este país tenga la legitimidad que necesita, esa legitimidad que se la da la izquierda en Colombia".[1]
Tanto en el acta de constitución del FAP como en las declaraciones de los dirigentes de las organizaciones que lo conforman se argumenta en favor del “mal menor”. Aceptan que Santos y Zuluaga son neoliberales y que por ende cualquiera que gane continuará aplicando el modelo económico que venimos soportando desde los inicios de la década del noventa. A renglón seguido declaran que se opondrán a esas políticas, pero, añaden que existen visiones diferenciadas frente a la salida política negociada en favor del actual Presidente.
Mientras Santos ya se ha comprometido con un proceso que viene avanzando con acuerdos parciales firmados, añaden, Zuluaga representa el uribismo, expresión política del paramilitarismo interesado en la continuidad de la guerra por lo que cerraría el ciclo de negociaciones que avanza en La Habana..
Estos argumentos eluden la caracterización de los intereses políticos y económicos que expresa el santismo para justificar una política de conciliación de clases . Por ello en el discurso justificativo de los que promueven el FAP el neoliberalismo deviene en un asunto menor. Olvidan que el neoliberalismo es ante todo la imposición de un sistema de dominación de la burguesía transnacional soportado en las Instituciones Financieras Internacionales -IFIS- que implementa una guerra social en contra de los trabajadores y las poblaciones basada en planes de austeridad para preservar las ganancias del gran capital [2] y que ha terminado por producir una concentración de la riqueza sin precedentes en la historia de la humanidad [3]. Este sistema de dominación opera en el marco de una acumulación de capital desregulada que articula de manera desigual a las burguesías locales bajo la “lógica organizadora” de la globalización [4]. Los Estados nacionales, con capacidades de decisión política igualmente desiguales, fueron integrados al “nuevo orden mundial” hegemonizado unilateralmente por el Imperialismo norteamericano.
El régimen de dominación política en Colombia y por ende, el actual gobierno de Santos, no pueden explicarse por fuera de ese contexto internacional, como tampoco la propuesta presidencial de paz
a) Extractivismo y especulación financiera:
El que el modelo extractivista, con la destrucción de territorios y el desplazamiento de poblaciones que lo acompaña, haya devenido en el pivote central de la economía colombiana en los últimos años obedece a la división internacional del trabajo que establecieron los conglomerados transnacionales en la región después del desplazamiento considerable de la inversión manufacturera a países de Asia. El gobierno de Santos no tan solo oficializó como política de Estado el extractivismo en el plan de desarrollo del quatrenio que incluyó grandes beneficios al capital transnacional, en línea de continuidad con los gobiernos de Uribe, lo que ha producido como resultado que el 80% aproximado de la Inversión Extranjera Directa lo constituya el rubro de petróleo y minería, sino que continuar con esta política hace parte del programa reeleccionista[5]
Para implementar este modelo de destrucción territorial Santos ha desconocido las consultas populares locales que se han opuesto al mismo tal y como ocurrió en los casos de Piedras y Tauramena.[6]
El complemento del extractivismo es la financiarización de la economía. Un aspecto relevante de esta financiarización es el de la apropiación de los presupuestos públicos por parte de los grupos financieros mediante el endeudamiento estatal . En el presupuesto del 2014,($203 billones) el 22% de las erogaciones fiscales (un monto cercano a los $45 billones), se encuentra destinado al pago del servicio de la deuda. Cumpliendo con las exigencias del FMI el gobierno de Santos hizo aprobar en el Congreso el Acto legislativo denominado de la sostenibilidad fiscal que ya había sido presentado por el actual candidato uribista Oscar Iván Zuluaga durante el gobierno anterior, el cual limita el gasto social y el reconocimiento judicial de los derechos económicos y sociales-DESC- a la capacidad fiscal del Estado una vez descontado el pago de los intereses de la deuda.[7] Adicionalmente, como estas exigencias crediticias hacen parte de la programación presupuestal a diez años [8] y como los ingresos por exportaciones empiezan a deteriorarse el cumplimiento de dicha programación obliga a que en poco tiempo los colombianos debamos soportar una nueva reforma tributaria con aumento del IVA [9]
Extractivismo y especulación financiera hacen parte de un modelo de obtención de rentas diseñado por el gran capital que ya ha producido daños irreparables a la economía colombiana. “Entre el 2000 y el 2011 la extracción de rentas fue en aumento pues pasó de 28 dólares por cada 100 dólares de inversión extranjera en el 2002 a 107 dólares en el 2011.”[10] La contrapartida de este flujo de rentas al exterior es el deterioro de la calidad de vida de la población y el aumento de la concentración elitista de la riqueza. [11] . Dado que el actual gobierno ha garantizado con lujo de detalles el funcionamiento de este modelo rentista Santos se ha convertido en el candidato presidencial de la mayoría de los grupos financieros internos y del gran capital transnacional. [12]
b) La propuesta de Paz del gobierno Santos:
El giro de Santos hacia la negociación política después de haber sido un Ministro de Guerra exitoso en el gobierno de Uribe tuvo la anuencia imperial. Arturo Valenzuela quien ejerció el cargo de subsecretario para asuntos hemisféricos del gobierno norteamericano lo ha aceptado públicamente. [13]. Reconoce que el plan Colombia fue concebido para recomponer las Fuerzas Armadas en momentos de debilidad militar frente a las FARC y que la negociación que se inició en el gobierno de Pastrana y la escalada guerrerista de Uribe hicieron parte de una estrategia combinada para cambiar ese estado de cosas. Cuando comenzó el gobierno de Santos ya era aceptable, según Valenzuela, pensar en solucionar el conflicto interno porque se había llegado a una situación en dónde, “la correlación de fuerzas era completamente distinta a la correlación de fuerzas entre Estado e insurgencia en el momento cuando nosotros en la Casa Blanca tuvimos un esfuerzo de colaboración.” [14]. A ello se sumaba el hecho de que los recursos aportados por Estado Unidos al plan Colombia habían disminuido lo que a la elites internas les había significado el pago del impuesto al patrimonio durante varias vigencias fiscales.
Una vez obtenido el beneplácito imperial Santos inició la negociación dejando en claro que el esqueleto de la dominación política estaba por fuera de las discusiones. Así lo manifestó expresamente frente al modelo económico, pero debe añadirse que en este caso la propuesta va más allá. Pretende solucionar el ya histórico conflicto rural para mejorar las condiciones de inversión tanto en la agricultura como en petróleo y minería. Intenta la territorialización de las guerrillas al tiempo que la integración de la economía campesina a las cadenas de la producción transnacional[15]. Respeta al latifundio tradicional en la zona norte país y le ofrece al gran capital eliminar las restricciones legales que le impiden adquirir grandes extensiones de tierras. [16] Propone acabar con la colonización en la frontera agrícola para preservar zonas selváticas que a futuro serán concesionadas bajo las pautas del llamado “capitalismo verde” y utilizando la figura de los “derechos de superficie”, posibilidad que ya está incluida en los Tratados de Libre Comercio. .
La otra preocupación de Santos ha sido la de proteger los soportes institucionales del terror de Estado. Quienes en la actualidad y desde la izquierda apoyan al candidato reeleccionista dejan a un lado en su discurso justificatorio este propósito gubernamental, igualmente bajo la lógica del “mal menor” , focalizándose en la asociación política del uribismo con el paramilitarismo y los poderes mafiosos locales. Nadie en la izquierda y en el movimiento democrático desconoce el papel de Uribe Vélez en la creación y desarrollo del paramilitarismo, su protagonismo en las Convivir, como tampoco el aumento de las masacres y desplazamientos durante su mandato. Tampoco nadie en la izquierda y el movimiento democrático desconoce el intento de integrarlos socialmente con impunidad. Pero debe decirse , a nombre de la memoria histórica de las víctimas, que los mismos personajes que hoy acusan al paramilitarismo uribista desde las trincheras políticas del santismo, guardaron silencio cómplice en el pasado mientras estos grupos desataban su accionar a la luz pública.
Más aún el uribismo no hubiera podido consolidarse como proyecto político nacional sin la complicidad de un ejército basado en la doctrina de la seguridad nacional y sin la existencia de una institucionalidad reaccionaria que hunde sus raíces en los estados de excepción del Frente Nacional y de unos partidos políticos que avalan a integrantes de la denominada parapolítica.
El primer intento, paralelo a la negociación de La Habana, del gobierno actual y de las mayorías parlamentarias por garantizar la impunidad de los militares fue la aprobación de la reforma constitucional al fuero penal militar que dejaba en manos de la justicia penal militar la judicialización de los delitos cometidos por los militares en contra del DIH. Este intento naufragó por decisión de la Corte Constitucional. [17] El segundo fue el de la Reforma a la Justicia, reforma en la que se intentaron institucionalizar los siguientes puntos , 1) La eliminación de la competencia de la fiscalía para investigar a funcionarios aforados como Ministros, Embajadores, Magistrados, Generales y Almirantes. Eso significaba paralizar aproximadamente 1500 procesos judiciales en curso. 2) La inclusión de la doble instancia para todos los procesos no fallados contra los congresistas y 3) Sepultaba la pérdida de investidura al eliminar casi todas las causales de inhabilidad. Se trataba nada menos que de garantizar la impunidad a la cúpula del ejército y a los parapolíticos y de establecer un fuero especial con impunidad a los Congresistas en ejercicio. La presión de las organizaciones de derechos humanos y la opinión ciudadana adversa obligaron al Presidente a abandonar el proyecto a pesar de que ya había obtenido aprobación parlamentaria [18]
Dados estos antecedentes el Fiscal Eduardo Montealegre ha salido a tranquilizar los ánimos de los militares anunciándoles que los mecanismos de justicia transicional que se pacten en La Habana incluirán a las Fuerzas Armadas [19]
Juan Manuel Santos no representa entonces un proyecto político reformista como tampoco constituye un aliado confiable en contra del guerrerismo uribista . [20] El Frente unitario de la izquierda con Santos así se justifique a nombre de la paz o de la lucha contra el fascismo apunta al camino equivocado. Si gana el candidato reeleccionista desarma políticamente las resistencias sociales en el futuro inmediato y si gana Zuluaga se evaporará al día siguiente porque la mayoría del santismo buscará acuerdos con el triunfador. La consolidación del proceso de negociación política, la obtención de las reformas que amerita una pacificación democrática del país y la posibilidad de conseguir una Asamblea Nacional Constituyente obliga desde ya a la conformación de un gran bloque social y político de masas diferenciado del establecimiento. Esta preocupación la han manifestado los voceros de la guerrilla que vienen desarrollando la negociación política en La Habana.
Daniel Libreros/ Junio 7 del 2014.
[1] “La izquierda colombiana constituye el Frente Amplio por la Paz”, lainformación.com, Junio 6 del 2014, en www.la-razon.com/.../Izquierda-Frente-Amplio-Paz-FARC_0_20649935...
[2] Ha sido precisamente Warren Buffet considerado por la revista Forbes en el 2013 como el cuarto mayor multimillonario del planeta con una fortuna personal cercana a los US$58.000 millones el que ha reconocido esta realidad, ““Hay lucha de clases, de acuerdo, pero es mi clase, la de los ricos, la que está haciendo la guerra, y estamos ganando” reconoció en The New York Times el 26 de noviembre del 2006.
[3] Al ya suficientemente conocido informe que presentó OXFAM en la cumbre de Davos en el que se reconoció que el 1% de la población mundial controla el 46% aproximado de la riqueza se ha sumado el boom literario que ha producido el libro de Thomas Pikety, “Capitalismo siglo XXI; la gran desigualdad” quien utilizando categorías neoclásicas confirma con estadísticas la tendencia a la desigualdad en la historia del capitalismo y en su fase actual. David Harvey en davidharvey.org y Michel Husson en Contretemps del 10 de Febrero coinciden en que la utilización hecha por el autor de las interpretaciones neoclásicas distorsiona las leyes del funcionamiento del capitalismo.
[4] Esta tesis de la “lógica organizadora” de la globalización neoliberal ha sido elaborada por Saskia Sassen particularmente en el libro “Territorios, Autoridad y Derechos”, Katz editores, 2008.
[5] Ejemplos de la profundización de este modelo lo constituyen los 97 bloques petroleros que se ofertarán en Cartagena a las empresas transnacionales del petróleo el próximo 23 de Julio en la llamada “Ronda 2014” promovida por la ANH (ver Empresarios al día.co, 29 de Abril enwww.empresariosaldia.co/index.php?option=com_content...id...) y la oficialización del plan maestro del río Magdalena en el que se contempla la construcción hacia el 2020 de cuatro represas mediante la asociación entre Coormagdalena, la firma holandesa Deltares e Hydrochina, como parte de la privatización del uso diverso de las aguas del río con otros grupos transnacionales. (Portafolio, “Abren la licitación para concesión del Río Magdalena”, Mayo 6 del 2014).
[6] Preguntado sobre el tema Santos respondió, “La posición es clara: esas consultas son ilegales y no tienen ningún efecto legal. El subsuelo es de todos los colombianos. Aquí no hay lugar a discusión”… El Espectador, ”Se puede ganar en primera vuelta: Santos.” 21 de Diciembre del 2012 en www.elespectador.com/.../se-puede-ganar-primera-vuelta-santos-articulo...
[7] Esta legislación protectora a las inversiones financieras , además de las elevadas tasas de retorno que ofrecen los títulos de deuda, explica el por qué la calificadora de riesgo de J.P Morgan definió una calificación favorable a Colombia al tiempo que la desmejoró a otros países de los llamados mercados emergentes en momentos en que ha empezado a producirse fuga de capitales debido a la incapacidad de la Reserva Federal americana de mantener el dólar a la baja. Esto llevó a que Fondos de Inversión transnacional adquirieran TES por $20 billones, lo que explica la revaluación transitoria del peso.
[8] Este requisito fue establecido como obligatorio por la ley 819 del 2003 mediante un instrumento que se denomina el Marco Fiscal de Mediano Plazo-MFMP-.
[9] Leonardo Villar de FEDESARROLLO ha reconocido que “las mayores presiones de gasto, no contempladas en el MFMP, suponen una caída en la inversión pública de casi cerca del 1% del Producto Interno Bruto (PIB), que difícilmente se materializará. Entre las presiones figuran, el mayor gasto en el sector salud, los compromisos presupuestales del Pacto Agrario que no fueron incluidos y pueden incrementarse con el acuerdo de paz, así como las perspectivas de mayores gastos en pensiones y en calidad de la educación..” . Añade que “el nuevo Gobierno que asuma el siete de agosto debe emprender una reforma tributaria pro-recaudo de al menos 2% del PIB, es decir unos $13.4 billones…”. Sergio Clavijo de la ANIF ha planteado que uno de los elementos de esa reforma debe ser el aumento del IVA del 16 al 18%. “Analistas Prevén Menores Fuentes de Ingreso en el MFMP”, Empresarios al día.co, 27 de Febrero del 2014, en www.empresariosaldia.co/index.php?option=com_content...id...
[10] Alvaro Moreno docente de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional ha insistido en este punto haciendo seguimiento al rubro respectivo en la balanza de pagos en los últimos años.
[11] Ejemplo de ello es la informalidad de los asalariados, “ el 60% de los trabajadores en el país está en una condición de informalidad, ya que de los 20.8 millones de colombianos que trabajan actualmente, hay nueve millones que son cuenta propia, y que por lo tanto, no pueden acceder a todas las afiliaciones y cotizaciones del sistema de seguridad social…”( “El 60% del empleo en Colombia es informal dice la Escuela nacional Sindical” en www.empresariosaldia.co/index.php?option=com_content...id...). En lo referente a la concentración de la riqueza “Según la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), la población de Colombia distribuida en diez niveles (decílicos) por capacidad de ingresos, arroja, para el primer trimestre de 2013, que en el nivel 1, el intervalo oscila entre un ingreso de 20 pesos y 1.000 pesos; mientras que en el nivel 10 entre 8.000 y 140.000 pesos..” (referenciado por Nelson Fajardo, “Colombia concentración del Ingreso”, periódico Voz, Agosto del 2013)
[12] El 4 de Junio la sección 1,2,3 del noticiero CMI informó que el Lunes 11 del mismo mes los llamados “cacaos” o grandes grupos financieros internos realizarán un acto público de apoyo a Santos. Entre los grupos que lo promueven se encuentran Luis Carlos Sarmiento Angulo, del grupo Aval; Jaime Gillinski, del Banco GNB Sudameris; Carlos Raúl Yepes, presidente de Bancolombia; Carlos Enrique Cavelier, de La Alquería; Daniel Haime, del sector metalúrgico; el constructor Pedro Gómez Barrero; Carlos Arcesio Paz, exgerente de Harinera del Valle; Roberto Moreno, de Amarilo, y Henry Eder, de Manuelita. En lo referente al apoyo del capital transnacional debe resaltarse el de la revista The Economist vocera del mismo, ver “ The Economist’ apoya reelección de Juan Manuel Santos”, El Tiempo, 5 de Junio. Debe resaltarse el hecho de que en ambos casos apoyan igualmente el proceso de paz iniciado por el gobierno.
[13] “El giro del Presidente Santos hacia la negociación-La lupa de Valenzuela a los últimos gobiernos”, Norbey Quevedo, El Espectador, Noviembre del 2013.
[14] Valenzuela le da mucha importancia a la ausencia de Estado en varias regiones del país lo que explica el porqué la ofensiva militar de Plan Colombia y Plan Consolidación a las guerrillas fue acompañada de propuestas sociales y asistencialistas a las poblaciones. “Me impresionó del análisis que hicimos allá de ver como el Estado Colombiano estaba ausente de grandes territorios del país. Incluso yo sacaba mi parte académica y decía como dice Webber que en los Estados las instituciones deben representar un legítimo uso de la fuerza…”.
[15] La globalización en la agricultura toma la forma de cadenas productivas y de comercialización controladas por los grupos transnacionales que controlan el sector. En este esquema dado que el papel de capital es el de articular los componentes de la cadena, cualquier forma de propiedad de la tierra (pequeña o mediana, Resguardos, Territorios comunitarios afros) puede ser promocionada siempre y cuando se articule a proyectos globalizantes. Esto le posibilita al gran capital presentar un discurso incluyente hacia los pobres del campo. Esta propuesta es diferente a la del uribismo que pretende preservar el status quo definido por la guerra interna donde hacendistas y poderes mafiosos locales jugarían el papel central en la modernización globalizante de la tierra. En este punto Santos y Uribe expresan fracciones de clase.
[16] Este es el propósito central del proyecto de ley general de Tierras y Desarrollo rural que ya ha sido anunciado por el gobierno para la próxima legislatura.
[17] El ministro de Defensa Juan Carlos Pinzón reconoció en público el día en que se conoció el pronunciamiento de la Corte Constitucional la esencia del proyecto al declarar “Este es un golpe a la moral de las Fuerzas Armadas…” Llama la atención que entre los demandantes de este proyecto se encuentran congresistas como Iván Cepeda, Ángela María Robledo, Gloria Inés Ramírez y Guillermo Rivera, al igual que el columnista Ramiro Bejarano y representantes de la Comisión Colombiana de Juristas que actualmente apoyan la candidatura reeleccionista.
[18] Abandonó esta propuesta en medio de un espectáculo televisivo grotesco en donde negó su responsabilidad en la presentación de estos puntos a pesar de todas las evidencias entregando a renglón seguido la cabeza del entonces Ministro de Justicia Juan Carlos Esguerra.
[19] “En caso de que se logre un acuerdo de paz con la guerrilla de las Farc, los beneficios jurídicos para quienes hayan incurrido en violación a los derechos humanos durante el conflicto armado también cobijarían a miembros de las Fuerzas Armadas del país. De este modo, la justicia transicional sería aplicada también a militares y policías acusados de distintos delitos, a excepción de los llamados ’falsos positivos’…” “Fiscal: Justicia Transicional aplicaría a las Fuerzas Armadas”, declaraciones dadas a la FM, Lunes 2 de Junio.
[20] “Y de la Mesa qué? En lo fundamental habría que considerar que ella tiene toda su importancia en la medida en que posibilite, viabilice o catalice un gran movimiento nacional por los cambios fundamentales. El único Acuerdo que como revolucionarios podemos aspirar a firmar en ella, es aquel que cuente con el respaldo de ese gran movimiento popular que a su vez impida desmontarla. En los demás casos podríamos estar lindando con realidades insoportables. Un asunto para sopesar seriamente,,,” Timoleón Jimenez, ANNCOL, Junio 5 del 2014.
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