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Miller Armín Dussán Calderón

TENDENCIAS FUNDAMENTALES DE LAS ELECCIONES

  
  
  
 
1.- En las elecciones del 14 de marzo del 2010, las derechas que respaldan la estrategia de continuación del régimen uribista,  garantizaron el control absoluto del Congreso. Entre el Partido de la U, que alcanza 28 curules y el Partido Conservador que consigue 23, representan el 51% del Senado. El Partido de Integración Nacional (PIN) y Cambio Radical obtienen cada uno 8 escaños, con lo cual estos cuatro sectores controlan el 67% del Senado. Estas mismas proporciones se expresan en la elección de la Cámara de Representantes.
 
El fortalecimiento institucional de esas derechas, resulta sumamente preocupante para el futuro de las garantías democráticas, de los derechos humanos y de la propia integridad de la izquierda nacional y latinoamericana. En la última década, el territorio colombiano se ha convertido en la punta de la lanza de las elites imperiales para impedir el ascenso democrático en América Latina, desestabilizar los gobiernos progresistas y frenar el proceso de su integración regional; Si resultare necesario, una eventual intervención militar para someter el subcontinente a los requerimientos del capitalismo en su fase de globalización neoliberal, no puede descartarse. El descalabro del Polo Democrático Alternativo (PDA) poco ayuda a contener esta ofensiva imperial y reaccionaria.
 
2.- La perversión del voto, que es estructural al sistema electoral de la democracia liberal, en esta ocasión alcanzó en Colombia dimensiones oprobiosas como lo constató la Misión de Observación Electoral de la OEA. La conjunción de la parapolítica, el narcotráfico, la compra de votos y los mil rostros con que se expresa el clientelismo electoral, ratificó lo que ya era un secreto a voces: el uribismo requiere para subsistir de esos apoyos, hoy más fortalecidos que nunca.  
 
Desafortunadamente el Polo Democrático Alternativo, una de las pocas fuerzas no contaminadas por semejantes escándalos, no se perfiló suficientemente como un partido distinto al abanico de agrupaciones que integran el sistema político tradicional, incluido el Partido Liberal donde también se concilió con herederos de la parapolítica, como lo ilustra el caso del departamento de Córdoba.  Lamentablemente, en el Polo también se expresaron el clientelismo y las microempresas electorales, lo que desdibujó la imagen alternativa que se había logrado irradiar en los cinco años de existencia. 
 
3.- La abstención, también estructural en nuestro país, se mantiene en un índice aproximado al 55% del potencial electoral. La apatía, el desencanto y el rechazo de la ciudadanía frente a lo que significa el proceso electoral no han podido ser revertidos, ni por las reformas políticas aprobadas por el legislativo, ni por la acción de nuestros voceros y nuestros militantes.
 
4.-El PDA, como expresión alternativa de izquierda, sufrió un fuerte descalabro al perder tres escaños en el Senado y tres escaños en la Cámara. Este resultado expresa, de un lado, los efectos de la  ofensiva del régimen para liquidar el polo, instrumentalizando dirigentes del partido, y de otra parte,   un castigo del electorado por la dilución de su perfil político, por el equivocado y desgastador manejo mediático de las diferencias internas, y por la imagen clientelista de algunos de sus dirigentes y la propia Administración Distrital.
 
Hay que destacar que mientras, por un lado, el electorado premió con el voto de opinión a figuras sobrias y radicalmente opuestas al uribismo, como IVAN CEPEDA, WILSON ARIAS, GERMAN NAVAS, JORGE ENRIQUE ROBLEDO, ALEXANDER LOPEZ, esa misma opinión contribuyó a derrotar a figuras características de un comportamiento clientelar en el ejercicio de la política. Los dirigentes que resultaron favorecidos por los electores, tienen el mandato legítimo de liderar la decantación ética del partido y recuperar nuestra identidad fundacional como una propuesta de amplia raigambre social y con un claro perfil de izquierda democrática. Ese compromiso debe cumplirse desde ya, con la seguridad de que la mayoría de los militantes están dispuestos a contribuir en esa tarea.  Queremos  también resaltar la elección al Senado de GLORIA INES RAMIREZ, una destacada líder del movimiento magisterial. 
 
A pesar de su descalabro electoral, el PDA sigue siendo, para importantes sectores de la opinión democrática del país, la única opción alternativa en el complejo mapa de un espectro político dominado por la derecha y el centro. Nuestro compromiso tiene que ser el de rediseñar el Polo, ética, política y organizativamente, no solo alrededor de la mecánica electoral sino, fundamentalmente, de la articulación con lo social, elemento definitivo de democracia y cohesión política.
 
Es importante destacar otras figuras que por sus condiciones éticas y políticas merecían representar al Polo en el congreso pero que no alcanzaron a ser elegidas, como los lideres y lideresas indígenas Aída Quilcue, Hernando Hernández Tarapués, Fabiola Piñacue, el profesor Gustavo Moncayo, Gloria Cuartas y Pablo Ochoa, entre otros, candidatos curtidos en la lucha social y popular, con quienes hay que asumir conjuntamente las responsabilidades de este difícil momento de la democracia y del partido.
 
5- El movimiento Compromiso Ciudadano por Colombia, que lidera el ex alcalde de Medellín Sergio Fajardo, no logró posicionarse políticamente en el país y es el gran derrotado de estas elecciones al no alcanzar el umbral para participar en la distribución de curules.
 
6.- El Partido Verde, como proyecto de centro y centro derecha, en una destacada presentación, sobrepasó el medio millón de votos y obtuvo cinco curules en el Senado. Este partido recogió parte importante del electorado que en las elecciones presidenciales de 2006 acompañó al PDA.
 
7.- El paramilitarismo resulta reencauchado en estas elecciones parlamentarias, haciendo nugatorio el esfuerzo de la Corte Suprema de Justicia. Sin que se haya escrutado el 100% de los votos, podemos afirmar que más de 50 parlamentarios elegidos representan los intereses de los parlamentarios que en la actual legislatura han sido condenados o están investigados por sus nexos con el paramilitarismo. Sectores que se expresan no solamente en el PIN, sino además, en Apertura Liberal, el Partido de la U, el Partido Conservador, Cambio Radical y el Partido Liberal.
 
8.-El alto porcentaje de votos nulos o no marcados, particularmente para la Cámara de Representantes, pone en tela de juicio el sistema del voto preferente que, bajo el pretexto de acabar las microempresas electorales, trasladó esta dinámica al interior de las listas de cada partido.
 
Se requiere establecer el sistema de la lista única y cerrada por partido, pero sobre nuevas bases: a) su integración mediante consulta interna entre los militantes registrados de cada partido; b) la igualdad de oportunidades para todos los candidatos y las candidatas; c) cero dictadura del bolígrafo; d) institucionalización partidista de las campañas internas, para impedir que el elemento clientelista o el poder económico se trasladen a la consulta y determinen su resultado.
 
9.- El tema de las alianzas para la elección presidencial, a la luz de los resultados electorales,  tiende a plantearse para la segunda vuelta. El relativo equilibrio entre el partido de la U y el Partido Conservador, si se mantiene la unidad de éste último, hace que ambos vayan con sus candidatos propios a la primera vuelta.
 
En el mapa de las alianzas y la dinámica electoral no es indiferente que la consulta conservadora la gane Noemí o Uribito. En éste último caso, para poder actuar en cuerpo ajeno, “el original” potenciaría a su “fotocopia mejorada” en detrimento de Santos. Si el Conservatismo se divide puede cambiar significativamente el mapa para la primera vuelta, pues un sector iría a fortalecer la candidatura de la U y el otro buscaría acuerdos en el bloque no Uribista. Cambio Radical iría con candidato propio a la primera vuelta. El Partido Liberal, que obtuvo algo más del doble de la votación del Polo, solo aceptaría un acuerdo electoral a condición de respaldar su candidato, lo cual para el Polo resulta inconveniente, porque en un momento difícil como el que vive el partido implicaría desperfilar y diluir aún más su identidad y profundizar su crisis interna y de opinión. No olvidemos que el Polo es la única expresión de izquierda en el espectro de los partidos políticos del país. Cosa similar sucedería para un eventual acuerdo del Polo y Mockus, que es el candidato con mayor proyección de ascenso. En estas circunstancias, un eventual acuerdo de estos tres sectores para la primera vuelta queda descartado.
 
Entendida de esta manera la dinámica electoral para la elección presidencial, el PDA va a ir con Gustavo Petro como candidato a la primera vuelta y en consecuencia debemos concentrarnos en el trabajo para lograr la mejor participación del partido. Sobre la base de los resultados de la primera vuelta, se debe definir inmediatamente el comportamiento del Polo para la segunda vuelta. 


Por : Alberto Téllez Iregui 
 
Marzo 17de 2010

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