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Miller Armín Dussán Calderón

EL PDA DEBE RECUPERAR SU IDENTIDAD DE IZQUIERDA PARA SER ALTERNATIVA DE PODER

Polo Agenda Sur reconoce que los resultados electorales del PDA no fueron los esperados pero tampoco se evidenció una gran derrota como lo pregonan diversos medios de comunicación. La “izquierda democrática” fue objeto de estigmatización, persecución y de no contar con  las condiciones mínimas para competir en la campaña electoral ante el predominio del poder de las maquinarias del uribismo, los partidos tradicionales, el PIN, los medios  y de las prácticas clientelistas, el gran caudal de dinero,  la compra de votos, la oferta de prebendas, las amenazas, todo garantizado por las armas oficiales y las paraoficiales. En síntesis, la cultura mafiosa consolidada por el uribismo a través del Estado se impuso de nuevo en la elección parlamentaria en todo el país.

 

Pero también afecta al PDA la existencia de sectores transaccionistas que practican el clientelismo político y reniegan o distorsionan el  ideario de unidad del Polo y de la necesidad de estructurar programas de manera colectiva que representen a los ciudadanos y, específicamente, a los sectores excluidos de la sociedad. La distorsión programática ha sido evidente en el discurso del candidato presidencial del Polo cuando  se dedica a competir y a emular al de Uribe en algunos aspectos de la Política de Seguridad Democrática y el antichavismo que contradicen la salida negociada al conflicto y la necesidad de la integración latinoamericana, defendidas por la organización y otros sectores de la sociedad

 

El desdibujamiento del PDA como partido de izquierda por el afán de copar el centro como supuesta garantía para convertirse en opción real de poder, lo dejaron sin esta posibilidad en la presente coyuntura electoral debido a que las posturas “centristas” como lo señaló el maestro Carlos Gaviria coparon todo el centro dejando a los ciudadanos sin alternativas distintas a las de la derecha. Es urgente recuperar la condición de izquierda del PDA, su ideario y su vinculación a las luchas sociales si pretende ser alternativa real de poder.  

 

El retroceso del PDA, en términos electorales, se mide por la pérdida de curules en las corporaciones públicas o la disminución significativa de sus electores en cada una de las regiones o el fracaso de sus “alianzas” cuando a cambio de fortalecerse debilitan la organización. Los escrutinios muestran que se perdieron tres curules en el Senado y se disminuyó la presencia en la Cámara de Representantes, se conserva la votación con relación a las pasadas elecciones parlamentarias pero hubo un incremento general de las mismas.

 

Pero también se destaca que senadores como Jorge Robledo y aspirantes como Iván Cepeda, logran incrementar o alcanzar una votación sobresaliente debido a su coherencia en el ejercicio de sus funciones, defendiendo y desarrollando el ideario de Unidad. Debates contra las bases militares en defensa de la Soberanía Nacional, contra el TLC y Agro Ingreso Seguro por la Soberanía, Autonomía y Seguridad alimentaria, contra el paramilitarismo, los megaproyectos para favorecer el capital transnacional y la defensa permanente de las víctimas de la violencia, de los Derechos Humanos, el acuerdo humanitario y la negociación política del conflicto armado y su permanente presencia en las movilizaciones sociales fueron reconocidos por diferentes sectores de opinión al otorgar un significativo voto de confianza. Prueba además que no se requiere acudir a las prácticas clientelistas ni transaccionistas para lograr la representación en el parlamento.

 

El caso del Huila es vergonzoso. Se niega la lista propia del PDA para la Cámara y las mayorías del Comité Ejecutivo del PDA aprueban ilegalmente, con el aval de la gran mayoría de los aspirantes al Senado, realizar una alianza denominada Opción Huila con el argumento según el cual se lograría el umbral y una curul  para un demócrata antiuribista con la certeza de que el “representante del PDA” en dicha lista sería el favorecido por los electores.

 

Los resultados no pudieron ser más desastrosos. William Alviz, quien supuestamente había logrado el respaldo de la “mayoría” de delegados del PDA Huila, avalado por la mayoría de aspirantes al Senado logró preferencialmente 4.900 votos frente a los 9000 del  Uribista Orlando Beltrán y 6.000 que sumaron el integrante del PIN y del Partido Conservador, lejos de alcanzar el umbral electoral.

 

La votación por el PDA para el Senado se aproximó a los 14.000, razón por la cual Alviz se pregunta por qué no le fueron endosados para la Cámara. Es decir, o duda del respaldo de quienes se comprometieron con su fallida estrategia o las bases del partido desobedecieron a sus líderes y se negaron a votar por la “lista salpicón” optando por la abstención, el voto en blanco o el apoyo a la lista por circunscripción nacional indígena del PDA para la Cámara que superó los 3.500   votos. Hipotéticamente se infiere que el rechazo a la lista opción Huila reafirma la identidad de los militantes y simpatizantes del PDA con el ideario de unidad y su organización y su negativa a apoyar a una persona sin pertenencia y sin arraigo con la izquierda.

 

 Las mayorías burocráticas de la dirección nacional y departamental del PDA deberían asumir su responsabilidad política por los lamentables resultados en el Huila para Cámara, como lo hizo acertadamente el presidente Senador Dussán. No se trata ahora de  trasladar las culpas a los sectores que respaldaron las listas del PDA a Cámara o quienes decidieron apoyar únicamente las listas al Senado y abstenerse o votar en blanco para la Cámara. El hecho de que la gran mayoría de votantes del PDA lo hiciera exclusivamente por aspirantes al Senado y/o por listas del PDA a la Cámara es significativo. Representa un rechazo al transaccionismo y al clientelismo al interior del PDA y una esperanza para quienes aspiran a rescatar la naturaleza de izquierda de la organización.

 

Es un hecho que Polo Agenda Sur defendió el punto de vista programático y la identidad partidaria con lista propia. Se negó a aceptar el "estado de opinión" (firma de acuerdos por encima de las normas estatutarias de quienes se reclamaban mayorías en el PDA Huila) para imponer la "lista salpicón" que pronto demostró su naturaleza predominantemente Uribista refrendada  en las urnas.  Hay que recordar que William Alviz se negó a participar en el cierre de campaña de opción Huila cuando verificó que la convocatoria incluía a los representantes del Uribismo señores Géchen, al senado, Orlando Beltrán y Héctor Javier Osorio, con el acompañamiento del aliado del PIN.

 

Polo Agenda Sur promoverá el más amplio debate sobre la coyuntura política advirtiendo que el crecimiento nacional del PDA sólo es posible si se consolidan propuestas en cada una de las regiones, nutridas del movimiento social. A pesar del hegemonismo político del uribismo y del régimen autoritario y mafioso es posible construir espacios y tiempos favorables para avanzar en la construcción de Programas regionales y nuevas formas de organización, comunicación y representación que garanticen acceder a los poderes regionales y locales, como fundamento para lograr el poder nacional. Para tal efecto se requiere de la disposición a la unidad en la diferencia, pero sin ambigüedades, rescatando la naturaleza de izquierda de la organización  Por tanto, no se trata de hacer eco a propuestas centristas difusas ni a alianzas electoreras para favorecer intereses personales sino de construir una alternativa de poder de los ciudadanos como sujetos de derechos.

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