A VOLTEAR LA TORTA: REFLEXIONES PARA SUPERAR LA CRISIS DEL PDA
(Constancia ante el Comité Ejecutivo Nacional)
La resolución 048 emitida por el Comité Ejecutivo Nacional del Polo Democrático Alternativo (PDA), el pasado 23 de noviembre de 2009, ha sido objeto de diferentes interpretaciones y manejos por los medios de comunicación y en el interior del partido. Una resolución que autorizaba auscultar las condiciones de una posible convergencia multipartidista, en un marco programático compatible con nuestro Ideario de Unidad, ha sido presentada por el presidente encargado del PDA, senador Jaime Dussán Calderón, ante la opinión pública como una determinación ya tomada para realizar una consulta multipartidista que podría realizarse simultánea con las elecciones parlamentarias de marzo de 2010.
Estas equivocas interpretaciones nos llevan a plantear las siguientes reflexiones.
1. La Ofensiva de Copamiento. En un momento crucial para los intereses democráticos y libertarios de los colombianos y de los pueblos hermanos de América Latina, se requiere un Polo Democrático Alternativo que supere sus dificultades internas y se convierta, de manera decidida, en eje articulador del cambio democrático interno y de la resistencia latinoamericana frente al copamiento territorial, económico, político, militar y ambiental de los Estados Unidos y el capital transnacional en el subcontinente.
El acuerdo militar suscrito por Estados Unidos y Colombia que autoriza la operación de aeronaves y tropas norteamericanas en siete bases militares y eventualmente en todo el territorio nacional, tiene sórdidos propósitos: satisfacer los intereses geopolíticos del imperio en América Latina y África dentro del Nuevo Orden Internacional (NOI), desarticular la dinámica integracionista liderada por Brasil en UNASUR, y desestabilizar los procesos democráticos y antimperialistas actualmente en marcha en Ecuador, Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Cuba. Detrás de toda esta estrategia imperial está el aseguramiento por las transnacionales de los territorios y sus megaproyectos, de los recursos naturales y de la biodiversidad amazónica, en especial, los recursos mineros, energéticos, hídricos, agrícolas para el abastecimiento de combustibles no renovables, la producción de biocombustibles y el control de la orbita geoestacionaria, entre otros.
2. Articular la Resistencia Democrática. Cuando en el país se desarrolla una campaña electoral para la Presidencia y el Congreso de la República, cuyo régimen presidencialista encabezado por Álvaro Uribe Vélez no solo satisface de manera irrestricta la política imperial sino que pretende perpetuarse en el poder, violando la Constitución sin escrúpulos éticos, ni institucionales, desde el Polo Democrático Alternativo se requiere adelantar una campaña electoral que vaya más allá de la negociación de curules de Senado y Cámara, la definición de la cabezas de lista y los cargos directivos para responder a intereses grupistas, y la adopción de estrategias electorales efectivistas con criterios de marketing electoral.
En la campaña electoral que se avecina, necesitamos una militancia, unas instancias directivas, un candidato presidencial y unos aspirantes nacionales y regionales al Congreso de la República, decididos a ponerse al frente de la lucha por la soberanía, la democracia, la resistencia al guerrerismo, la superación del conflicto armado por la vía de la negociación política y por la integración de América Latina.
La resolución 048 ratificó también aspectos programáticos importantes de nuestra propuesta política a la sociedad colombiana, tales como: la búsqueda de una solución negociada al conflicto armado interno, un no rotundo a la instalación de bases militares norteamericanas en el territorio; y como alternativa al Tratado de Libre Comercio, sacar de las leyes del mercado la política social en educación, salud, vivienda, reforma agraria y servicios públicos. Solo así la movilización de los sectores pobres y de capas medias contra la globalización neoliberal y contra la captura del Estado por las mafias, el crimen y la corrupción, será una realidad política innegable.
Necesitamos un partido, una campaña y un candidato que fortalezcan nuestra organización nacional y territorial, y que sean capaces de identificar los aliados políticos con quienes podemos avanzar en las elecciones de mayo del 2010 y en la construcción sostenible de una democracia popular.
Con una campaña electoral unificada en torno a estas estrategias y contenidos programáticos, y con su candidato presidencial sólidamente identificado con ellos, el PDA puede voltear la torta de la política en Colombia, cambiar la correlación de fuerzas y pasar a la segunda vuelta, incorporando al país en la corriente latinoamericana de la democracia, la integración y la soberanía. Podría frustrar, también, la estrategia estadounidense de instrumentalizar el territorio colombiano para sus intereses geopolíticos y militaristas. Una campaña así, en el peor de los casos, dejaría un saldo democrático importante en la acumulación de fuerzas para neutralizar los despropósitos del régimen.
3. Una Campaña con Identidad Partidista. Gustavo Petro y franjas de opinión dentro del partido consideran que el centro de la estrategia política pasa por un acuerdo de convergencia con sectores políticos del establecimiento opuestos a la segunda reelección de Uribe Vélez, y en la táctica electoral por una consulta multipartidista para escoger con esos mismos sectores, un solo candidato presidencial en las elecciones parlamentarias del próximo mes de marzo. Lamentablemente, esta política, irradiada desde el centro, ya viene avanzando en las regiones en dónde se están intentando acuerdos electorales por fuera de las definiciones programáticas partidarias y con propuestas que sustituyen el aval del partido por la inscripción con firmas.
De entrada, hay que señalar que en la actual coyuntura política, ésta es una estrategia errática para los intereses del Polo y de la democracia, en tanto se limita a la búsqueda acrítica de aliados que desdibujaría completamente la identidad del partido como una opción de izquierda democrática diferente a las facciones políticas tradicionales en que devino el sistema político bipartidista en el país. En el mejor de los casos, el eventual triunfo electoral de esta convergencia se reduciría al reparto de unas cuantas “cuotas de participación burocrática”, en la mal llamada “gobernabilidad”.
El uribismo no reeleccionista está a la espera de que Uribe no sea candidato para unificarse con sus congéneres reeleccionistas en torno a un proyecto de uribismo sin Uribe. En este espacio caben, perfectamente, el Partido de la U, el Partido Conservador, Cambio Radical y otros partidos menores que conviven y medran en la actual “gobernabilidad” autoritaria. Si finalmente Uribe es candidato se facilitarán los acuerdos entre Cambio Radical y el Partido Liberal, mientras Sergio Fajardo y Opción Verde se mantendrían en el independientismo, pudiendo acercarse a una candidatura presidencial propia. En este mapa, el espacio para una convergencia democrática con participación del Polo dependería no de nuestra fuerza y propuestas, sino de inciertas y marginales disidencias en los partidos Liberal y Conservador, o de los devaneos que eventualmente pudieran fructificar con el Fajardismo, Opción Centro y lo que queda de Convergencia Ciudadana.
Este tipo de convergencia político-electoral solo será posible si se deponen los contenidos programáticos e ideológicos del Polo, lo que nos abocaría a un innecesario debilitamiento político, a la pérdida de iniciativa política y al aislamiento de los movimientos sociales, los movimientos regionales y de la resistencia de los pueblos de América Latina. Esto representa un costo muy alto frente a los afanes por lograr acuerdos políticos, en perjuicio de una opción política alternativa. No sobra tampoco advertir que una eventual consulta simultánea con las elecciones parlamentarias, favorece a las maquinarias tradicionales y resta posibilidad competitiva a nuestro candidato presidencial y a los aspirantes a Senado y Cámara.
Adicionalmente, consideramos que en las actuales circunstancias políticas, a pesar de los esfuerzos por lograr una convergencia de esas características, lo más probable es que el Polo concurra solo a la primera vuelta, con la candidatura de Gustavo Petro.
4. El Alcance de la Resolución 048. -- No compartimos los equívocos interpretativos que los medios de comunicación y algunos dirigentes del partido han dado a la Resolución 048. Allí se propusieron los ejes programáticos del eventual acuerdo democrático multipartidista y se autorizó auscultar sus posibilidades para ser posteriormente aprobado o negado por la Dirección Nacional. La citada resolución no aprobó la consulta ínterpartidista y tampoco fijó las fechas para su realización.
El Comité Ejecutivo Nacional no puede tomar decisiones en esta materia, y mucho menos la llamada Comisión de Compromisarios, desconociendo las decisiones aprobadas en el Segundo Congreso del Partido por un número aproximado de 1.500 delegados. No compartimos este método anti-democrático, que además se coloca por fuera de los Estatutos. Efectivamente, el artículo 12A de los Estatutos del PDA, en su parágrafo segundo, señala que “Las alianzas o coaliciones para escoger candidatos o candidatas a la Presidencia y Vice presidencia de la República requieren la aprobación de la Dirección Nacional con la misma mayoría y el mismo procedimiento del inciso anterior.” La propia resolución indica que “la fecha, participantes, reglas de juego y acuerdos programáticos que fundamenten la consulta ínterpartidista deberán ser aprobados por la Dirección Nacional del Polo”.
Por todas estas razones, creemos que Gustavo Petro debe ir como candidato presidencial hasta la primera vuelta, diseñar y poner en marcha la estrategia de posicionamiento electoral planteada en el segundo punto de este documento y adelantar un acuerdo programático y de gobernabilidad que nos permita enfrentar al uribismo en la segunda vuelta. Una campaña con identidad propia y liderazgo político por la soberanía, la democracia y la justicia social, nos otorgará la posibilidad de pasar a la segunda vuelta y ser una legítima opción de poder.
5. Un partido deliberante. Formulamos nuestro más enérgico rechazo a la reiterada práctica de suplantar las instancias de Dirección Nacional del Partido, democráticamente conformadas por sus militantes, por “Comisiones Negociadoras o de Compromisarios” que, en la práctica, toman las decisiones importantes de la vida partidaria, entre ellas el actual manejo de la política electoral. No obstante haberse decidido que la integración de la lista de senado era competencia del CEN, en la resolución se le entrega esa función a una Comisión de Avales.
Este comportamiento sustituye la deliberación democrática por las negociaciones cerradas entre los grupos de interés electoral, paraliza la vida partidaria, envía un mensaje negativo a las regiones y territorios y aplaza indefinidamente la constitución de los comités de base, única garantía para construir un verdadero partido político y no su remedo o simulacro. A tal punto se han dilatado y aplazado las reuniones del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), que estando estatutariamente establecida su periodicidad semanal, solo se han efectuado tres reuniones en los últimos dos meses. Inaceptable en una coyuntura política nacional e internacional tan complicada como ésta. Con esta lógica, la reunión de la Dirección Nacional convocada por el CEN para el 28 de noviembre fue cancelada sin el conocimiento y aprobación del Ejecutivo Nacional.
De una manera enfática proponemos y exigimos:
Uno, la inmediata convocatoria a una reunión de la Dirección Nacional para adoptar decisiones sobre la coyuntura internacional, la estrategia electoral, la estructuración de la lista del senado, la clarificación de la política de alianzas y la elección de Presidente y Secretario General del Partido. En este aspecto señalamos que los cargos directivos no deben recaer en ningún candidato, con el fin de brindar igualdad de condiciones a todos los y las aspirantes a cargos de elección popular, y garantizar una dedicación de tiempo completo a los requerimientos del partido y la campaña electoral.
Dos, el retorno a las reuniones semanales del Comité Ejecutivo Nacional, y la delimitación clara del carácter auxiliar y transitorio de las llamadas Comisiones de Compromisarios y de Avales, en ningún caso superiores a las que por Estatutos le competen al Ejecutivo y a la Dirección Nacional.
6. Nuestro accionar en la coyuntura política y electoral. POLOALSUR se vincula a la campaña electoral reafirmando su compromiso de articular la actividad proselitista con los siguientes temas:
1. La denuncia sistemática y continua de la alianza de la élite colombiana con el gobierno de los Estados Unidos, con la firma del tratado de las bases militares, para profundizar la guerra y adelantar una estrategia ofensiva contra la resistencia popular y los gobiernos democráticos y progresistas de América Latina y el Caribe.
2. El apoyo irrestricto a la iniciativa política de los partidos, organizaciones sociales y gobiernos democráticos y progresistas, en su lucha antiimperialista y por la integración de pueblos y gobiernos de América Latina
3. La promoción de la solución política del conflicto armado y el apoyo a las iniciativas nacionales y regionales de paz, el acuerdo humanitario y la profundización de las acciones de verdad, justicia y reparación.
4. La visibilización de los conflictos y tensiones generados por el modelo de desarrollo soportado en los mega- proyectos del gran capital nacional e internacional y el apoyo decidido a las luchas de resistencia que en los territorios vienen desarrollando campesinos y pueblos afectados. Lucharemos porque la crisis económica no la sigan pagando los trabajadores y los pobres, con un plan económico alterno al neoliberalismo concertado con las organizaciones populares.
5. La vigilancia política permanente a los acuerdos electorales que impliquen renunciar a las propuestas programáticas estratégicas para la dignidad nacional, la justicia social y la democracia, tanto en el orden nacional como regional.
6. La convocatoria de sectores independientes del partido, organizaciones sociales y sindicales, y otras fuerzas políticas democráticas, a un gran Encuentro Nacional que nos permita discutir y concertar propuestas alternativas conjuntas para la movilización contra el proyecto reeleccionista de Uribe o contra el proyecto reaccionario del “uribismo sin Uribe”.
Finalmente, invitamos a la militancia y a los movimientos y organizaciones sociales a adherirse a estas iniciativas políticas, de manera creativa y sin sectarismos, sobre el perfil que requiere el PDA para adelantar una exitosa campaña electoral y consolidarse como un partido alternativo.
Diciembre 7 de 2009
COMITÉ DE IMPULSO
POLO AL SUR
Alberto Téllez Iregui Comité Ejecutivo Nacional
Martha Mosquera Dirección Nacional PDA
Yennifer Chavarro Dirección Nacional PDA (Jóvenes)
Jose Jairo Gonzalez Comité Departamental PDA Huila
Belen Alarcón Comité Departamental PDA Huila
Pablo Castañeda Comité Ejecutivo Distrital
Jorge Cáceres Cruz Edil de Puente Aranda
Fabio Pinzón Concejal Sopó (Cundinamarca)
Teresa Pabón Bélgica
Alberto Bejarano Valle del Cauca
Víctor William Ramírez Sucre
Wilson Balaguera Meta
Camilo Ruiz Antioquia
Fermín Barrera Álvarez Boyacá
Fredy Duarte Guainía
Miller Dussán Agenda Sur Huila
Miguel Ortiz Meta
Mónica Medina Valle
Jose Consuegra Atlántico
Oscar Torres Atlántico
Eduardo Nieto Antioquia Hugo Sánchez Valle del Cauca
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Daniel Libreros
Omar Ñañez
Blanca Lilia Rodríguez
Rafael Duque
Gilma Gómez
Harold Salazar
Germán Blanco Germán Caballero
Sayly Duque Directora AFIN (Sector Negritudes)
Germán Martínez
Magdalena Gil
OttoNañez
Víctor Daza
Liliana Gaitán
Katterine Álvarez
María Cristina Guerrero
María Teresa Rojas
Fabio Mójica
María Cristina Martínez
John James Salazar
Iván Ballestas
Laura Navas
Fernando Pérez Juan Pablo Ochoa Valle del Cauca
Luís Casas Meta
Sigifredo Arévalo Valle del Cauca
Elisabeth Correa Valle del Cauca
Jorge Danilo Gaurín Valle del Cauca
Jaime Nieto Antioquia |
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