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Miller Armín Dussán Calderón

FORO TERRITORIO Y JUSTICIA AMBIENTAL

FORO TERRITORIO Y JUSTICIA AMBIENTAL

Foto Movimiento Ciudadano por la Defensa del Territorio Pitalito Huila

El 26 de febrero se realizó el Foro Territorio y Justicia Ambiental, convocado por el Movimiento Ciudadano por la Defensa del Territorio de Pitalito Huila, como parte de la Cátedra del SUR, espacio de reflexión, sobre las implicaciones del Modelo Extractivista que despoja a las comunidades para la imposición de megaproyectos minero energéticos y agronegocios al servicio de las corporaciones transnacionales.

Los cerca de 200 participantes de organizaciones sociales e institucionales del sur del Huila compartieron con los ponentes las argumentaciones y experiencias de resistencia contra la política minero energética y los Proyectos de Interés Nacional y Estratégicos -PINES- incorporados al Plan de Desarrollo del Presidente Santos que viola la autonomía y la participación de las comunidades en los Planes Departamentales y Locales de Desarrollo y Ordenamiento Territorial.

El territorio se concibe como espacio de disputa por el control y distribución de los Bienes Naturales Comunes. Para las corporaciones transnacionales se trata de recursos, valores de cambio que implica la mercantilización de la naturaleza y la vida. Para las comunidades son valores de uso y de existencia para la satisfacción de las necesidades humanas.

En Colombia, esa disputa se expresa, de una parte, en la imposición de la política minero energética y los agronegocios a través de una legislación para el despojo, la represión y judicialización de las protestas sociales ante los múltiples conflictos socioambientales y culturales generados por los megaproyectos como el caso del Proyecto El Quimbo.  Y, de otra, en las resistencias sociales como expresión organizada y argumentada de “víctimas del desarrollo” contra del modelo neoliberal extractivista y por la Defensa del Territorio y la Vida.

En el Huila se viene socializando el denominado Plan Cambio Climático 2050 cuya prioridad es la privatización del agua para “la demanda del consumo humano concentrada en los centros urbanos y las cabeceras municipales”, -enajenación de los acueductos comunitarios-,  “el suministro de riego para la producción agroindustrial” -ZIDRES- y, fundamentalmente, para “la generación de energía a través de represas a lo largo del eje hidroeléctrico sobre el río Magdalena”-Plan Maestro de Aprovechamiento del río Magdalena-

Las formas de producción, intercambio y suministro del agua como Bien Público para garantizar la Seguridad Alimentaria Soberana y Autónoma, propias de las comunidades indígenas, afros y campesinas no son prioritarias en el Plan Huila 2050.

Tampoco interesa la investigación y desarrollo de nuevas formas de generación de energía (solar, eólica, biomasa) que sean gestionadas por la comunidad según sus necesidades vitales, sino mantener las formas obsoletas como los proyectos hidroeléctricos de Betania y El Quimbo que son destacados en el Plan y “las posibilidades de generar hidro-electricidad en cantidades estimadas de alrededor de 20.000 megavatios”. Es decir, imponer el Plan Maestro de Privatización del río Magdalena, concesionado a empresas transnacionales por el Gobierno de Santos y CorMagdalena para que construyan, en el caso del Huila, las represas de Guarapas y Chillurco en Pitalito, Oporapa, Pericongo en Timaná, El Manso en Neiva, Veraguas en Aipe y Bateas, en Villavieja y las Pequeñas Centrales Hidroeléctricas que vienen siendo impulsadas por particulares que ya solicitaron licenciamiento por parte de la CAM.  Se trata de ampliar el despojo de poblaciones y el Ecocidio que nos ha dejado El Quimbo y Betania para la mayor rentabilidad económica de las empresas.

El Plan Huila 2050 está orientado a la reorganización del territorio para las corporaciones transnacionales, tales como, Endesa Enel, Emgesa, Emerald Energy, Pacífic Rubiales, Anglo Gold Ashanti, Estatal Hidrochina, que nos están invadiendo con los  Proyectos de Interés Estratégico Nacional -PINES-, para la extracción intensiva y apropiación privada de nuestros Bienes Naturales Comunes: los ríos, el Macizo Colombiano, las ciénagas, humedales, para más represas, más explotación petrolera utilizando fracking, más agronegocios, a nombre del “cambio climático” como pretexto para la mercantilización de la naturaleza y la vida: El capitalismo Verde.

El Foro concluyó convocando a movilizaciones el 14 de marzo, Día Mundial contra represas” por la Defensa del Agua como Bien Natural Público y Derechos Fundamental, contra toda la política minero energética y los agronegocios del Gobierno de Santos y por una nueva legislación que garantice armonizar la igualdad social con la justicia socioambiental.

 

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