Blogia
Miller Armín Dussán Calderón

DECLARACION DE LA PLATAFORMA SUR DE ORGANIZACIONES SOCIALES: EL QUIMBO ESPERANZA O FRUSTRACIÓN

 

Antes de que las tierras de La Gaitana se conviertan en un inmenso espejo de agua y sus pobladores empiecen a deambular como almas en pena por los rincones del Huila y del país, mientras los  señores de la multinacional Emgesa realizan el negocio del siglo, conviene que todos los huilenses, directa o indirectamente afectados por el megaproyecto de El Quimbo, nos detengamos a pensar sobre cuáles son los alcances y consecuencias de este propósito que se venía fraguando desde hace ya casi una década pero que fue finalmente consumado dentro de los últimos 6 años del periodo del señor Uribe, con el estilo ladino y encubridor que lo caracteriza, haciéndole honor a su slogan de fomentar la “confianza inversionista,” que no es otra cosa que la base nacional de lanzamiento y ejecución de su malhadada política de ¨seguridad democrática.

 

Hoy con El Quimbo, peor que ayer con Betania, a los huilenses nos quieren obligar a participar del mercado de ilusiones, que a título del progreso y más descaradamente del bienestar de los opitas e incluso del país entero, solo oculta, de no recomponerse los términos de las hasta ahora leoninas condiciones, otra cadena de errores y desaciertos en la concepción y planeación del desarrollo, de espaldas a la realidad regional, a las expectativas y demandas de las comunidades y sobre todo a la restitución de sus derechos, nuevamente conculcados con esta adjudicación a la empresa privada española.

 

Las ideologías modernizantes, fundamentadas en la desacralización de la naturaleza y el envilecimiento de las comunidades que la habita, para la apropiación privada de los recursos, son completamente contrarias a los objetivos de equidad, erradicación de la pobreza y paz que tanto buscamos en el Huila y el sur del país.

 

El advenimiento del neoliberalismo que se instaló en nuestro país hace ya dos décadas, con su oleada de privatizaciones de los bienes y servicios públicos, nos arrebató la central hidroeléctrica de Betania, hoy propiedad de la misma multinacional Emgesa, sin que los beneficios de ésta, antes de que fuera privatizada  redundara en el bienestar y el desarrollo del pueblo huilense y menos ahora que como bien privado solo se ocupa de la rentabilidad del negocio de la generación de energía. Esa experiencia negativa no podemos permitir que se repita con el proyecto privado de la construcción de la represa de El Quimbo.

 

A riesgo de ser calificados como ¨enemigos del progreso y del desarrollo¨ como es costumbre por parte de quienes finalmente solo persiguen sacar la tajada del gran negocio o perpetuarse en el poder, declaramos enfáticamente que nos oponemos al negocio de El Quimbo, porque tal como está planteado y como francamente lo reconociera la propia multinacional, solo tiene como propósito la generación, rentable para la empresa, de energía y luego vendrá el negocio de la distribución y la comercialización de la misma, quien sabe  a cargo de cuál multinacional, sin que a nuestro departamento ni al país le genere ninguna ganancia en el sentido estrictamente económico y menos aún en el sentido social, cultural y ambiental .

 

Si de negocios se trata, más allá de la formulación contable y técnica, que seguramente también tendrá que beneficiar no sólo a los propietarios sino a los huilenses en general, hablemos también de cómo negociamos el desarrollo humano sostenible de la región y cómo garantizamos y restituimos los derechos  de todos los actores involucrados directa e indirectamente en el Megaproyecto de El Quimbo.

 

En particular y teniendo en cuenta los anhelos y demandas de las comunidades de la región y los intereses supremos del país, propondremos un plan de manejo y de mitigación de impactos sociales, ambientales y culturales, que parta de garantizar la seguridad y soberanía alimentarias, la democratización del uso y acceso de los recursos, incluido por supuesto el más importante como el agua, el fomento y fortalecimiento de las economías campesinas y de los medianos y pequeños productores y la participación permanente de las comunidades en el seguimiento, veeduría y verificación de los acuerdos y planes acordados con la Multinacional.

 

Que en esta ocasión El Quimbo se convierta en una oportunidad para que los huilenses saquemos lecciones aprendidas y evitemos una nueva frustración, de la cual, sin duda, tendrá que darnos cuenta las élites dirigentes, nuestros gobernantes y aquellos que se precian de ser los conductores políticos de nuestra región, verdaderos responsables de los desequilibrios, desajustes y violencias que se deriven de aceptar las condiciones unilaterales de la empresa privada Emgesa.

 

Neiva, 31 de Julio de 2008

1 comentario

kmilo andres -

profesor es algo muy bueno hablar de todo este procedimiento sobre en la que esta en juego la situancion del huila ya que por nosotros estar en contra de esto nos tratan como enemigos del progreso y el desarrollo muy bueno el blog