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Miller Armín Dussán Calderón

A propósito de la selección de la terna por parte del CSU

Una decisión politiquera y grupista

 

La decisión mayoritaria del Consejo Superior Universitario de la Usco de aprobar la terna integrada por el contador Armando Criollo, el médico Alberto Cerquera y el licenciado Nelson López, fue una decisión que obedeció exclusivamente a intereses de grupos políticos y económicos agenciados principalmente por los representantes de los gobiernos Nacional y Departamental y del sector productivo.

 

El actual procedimiento de designación de rector en la Universidad Surcolombiana, que otorga a los miembros del Consejo Superior la exclusiva potestad de definir una terna de candidatos a discreción, no garantiza el ejercicio pleno de la democracia y restringe la participación de la comunidad académica en quien reside en verdad la autonomía universitaria.

 

En numerosas oportunidades advertí de los riesgos políticos que podrían derivarse de este procedimiento. Mayoritariamente la comunidad de la Universidad Surcolombiana ha reclamado la elección directa de rector y decanos, desde los tiempos de la expedición de la Ley 30 de 1993 sobre Educación Superior y de la Expedición del Estatuto General de la Usco o Acuerdo 075 de 1994. No obstante, el Consejo Superior siempre ha sido contrario a esta legítima aspiración democrática, en especial por la oposición a esta idea por parte de los representantes de los sectores externos a la Universidad.

 

Más reciente, el 9 de febrero manifesté en una carta abierta a la Comunidad Universitaria que tengo el firme convencimiento de que la discusión sobre el futuro de la universidad debe ser un debate público inherente a la naturaleza abierta, deliberante y participativa de la misma, así como a su carácter jurídico de institución estatal y pública. Y reclamaba que el examen de las hojas de vida y la selección de la terna fuera también de naturaleza pública y no un hecho privado, circunscrito a la exclusiva discrecionalidad de los miembros del Consejo Superior Universitario.

 

La publicidad de las actuaciones de los poderes y de sus instituciones públicas es fundamental en toda democracia. La Universidad Surcolombiana no tiene porque ser la excepción.

 

Era vox populi. Hasta en los medios locales de prensa tenían la percepción de que la decisión del Consejo Superior sería exclusivamente política y de que los representantes gubernamentales harían lo necesario para impedir que en la terna figuraran candidatos opositores de las políticas estatales y ajenos al círculo mafioso y criminal de la politiquería, que ha caracterizado al gobierno de Álvaro Uribe. Así las cosas la decisión sobre la terna no es académica, sino además, es excluyente en lo político.

 

Los representantes del presidente Uribe, del Ministerio de Educación Nacional, de la Gobernación del Huila, del sector productivo, de los egresados pactaron excluirme de la terna para evitar que en la confrontación democrática prevista para el 19 de abril de 2007, se pusieran en peligro sus privilegios al interior de la Universidad.

 

Debo resaltar la postura digna y consecuente de los consejeros Mario Sánchez y Javier Manuel Ramos representantes de los profesores y estudiantes respectivamente. Más que apoyar mi nombre defendieron una propuesta académica y la necesidad de profundizar el ejercicio de la democracia en la Institución.

 

Pero además, la terna es el reflejo de la incoherencia del Ministerio de Educación Nacional. En comunicación del 20 de marzo, un día antes de la selección de la terna, la delegada de ese ministerio ante el Consejo Superior, María Victoria Ángulo González, solicitaba que se tuvieran en cuenta algunas peticiones relacionadas con el no cumplimiento de los requisitos de los candidatos Efraín Jiménez Dita y Luís Alberto Cerquera Escobar, quienes presentaron certificados de antecedentes disciplinarios relacionados con el ejercicio de sus respectivas profesiones, expedidos por una persona o autoridad legalmente no competente.

 

Pedía Ángulo González que a través del concurso y consideración del Consejo Superior se lograran "unas elecciones rectorales transparentes, de lo contrario, preocuparía que con nuestro no actuar, o tomar las decisiones acertadas, pudiéramos afectar tan importante decisión para la vida universitaria". No obstante, terminó votando en contrario de las advertencias de la oficina jurídica del Ministerio.

 

Todos ellos eran conscientes de la posibilidad real de que un académico no comprometido con el clientelismo político lograra la rectoría de la Universidad. Por tal razón su consigna era ni academia ni democracia. Estoy seguro de que la comunidad universitaria continuará impulsando nuestra propuesta de un Gobierno democrático para la USCO participando en todos los espacios académicos que organizaremos para el debate y la confrontación racional donde exigiremos, además, la elección directa del Rector y de los decanos previo el establecimiento de rigurosos requisitos académicos.

 

En cuanto a las elecciones del 19 de abril, me sumo a la propuesta de invitar a una masiva votación en blanco, para rechazar en forma contundente la terna gobiernista y en consecuencia convocar nuevas elecciones, previa reforma de los actuales reglamentos.

 

A través del sitio: http://millerdussan.blogia.com publicaremos las propuestas de los universitarios a este respecto e invitaremos a participar en todas las jornadas y actividades que se programen.

 

Miller Armín Dussán Calderón

c. c. 19.117.627

1 comentario

jose luis pastrana palacio -

eso era de esperarse, el verdadero reto consiste en como cambiaremos a futuro y de una vez por todas esa correlacion perversa de poder del CSU. Como derrotamos esos grupismos, si las leyes y las instituciones son las garantes de tales despropositos.la rectoria es una aspiracion, pero la direccion plena y popular de la universidad es la meta del saber democratico.